martes, 26 de junio de 2012

Del temita este de querer ser padres hoy... monologo



 Antes que nada y primero que todo: no voy a hablar muy bien. O sea que almas sensibles favor de abstenerse de leer.
Muy bien sigamos. Resulta que este último día del padre estuve pensando mucho, bah en realidad lo pienso desde el momento en que fui madre y tuve que ponerme a hacerme cargo de la decisión tomada. La pregunta que se me suscita  en varias oportunidades es ¿qué los lleva a los padres en potencia a querer ser padres?  Ojo que hablo de aquellos que DECIDEN TENER UN HIJO, incluye a los que les cayó el baldazo de agua fría, y dijeron  “bueno dale, tengámoslo, hagámonos cargo” y a aquellos que piensan "yo voy a ser padre algún día..." 
Ok, tengo mis opiniones al respecto, digo  MIAS. No tienen porqué ser compartidas por otros, (y que con esto no se entienda por favor que no amo a mi hijo con alma y vida)
Yo me pregunto: ¿qué se les viene a la cabeza cuando piensan eso?
Porque se me ocurre la imagen del  que dice “yo quiero tener un hijo”, como el nene de seis que dice “yo quiero un perrito, te juro que lo voy a cuidar, y lo voy a querer, y lo voy a limpiar y me voy a hacer cargo de todo” y después… bué, después la madre se hace  cargo de todo, en ambos casos.
Pregunto: ¿creen que es lindo tener un bebé?  ¿es porque hacen lindas gracias? ¿Porque son como muñequitos para jugar un rato? Bueno para eso cómprense un cachorrito, más o menos para los siete años, el choco en cuestión se va y viene otro...
¿Es porque quieren perpetuar el apellido? Ok, pónganse una empresa con su nombre, además de poner  el apellido en la mente popular, les da algunas ganancias y no significa un detrimento económico para el resto de la vida (sino pregúntenle a mis padres que llevan 30 años simulando ser el fondo monetario internacional pero sin los intereses ni la promesa perenne de la deuda paga)
¿Será porque creen que van a tener amor incondicional? les cuento: de las relaciones filiales debe ser la menos redituada, la más ingrata e incomprendida de todas, nunca es justa, y por lo general requiere de  más sacrificios de la parte paternal que de la otra (piénsense como hijos sino) y les dejo otra tareíta: ¿de qué amor hablamos? porque digo, tiene que ser amor incondicional, y tiene que ser pensando en dar y no en recibir, o seaaa: en que ustedes tienen muchísimo amor para dar, no en el que van a recibir. Es un "yo te tengo que amar”, no un “me van a amar”, y es un “el niño me va a extrañar”, no un “Yo extraño al niño". Debe ser el más verdadero de los afectos sacrificados. Y si son de esas personas que todo pasa primero por ustedes, les cuento más: todo pasará por el, ella, o ellos...no hay otra manera de verlo (si es que sostenemos la bandera del amor por el hijo en cuestión)
Para los no tan avivados les tengo una noticia: los bebes crecen. Y junto con que crecen ellos, crecen los quilombos relacionados al tema: económicos, familiares, obligacionales, todoooo... Les conviene saberlo para que después no anden creyendo que los gastos y problemas aparecen porque una de las dos partes decidió joder a la otra parte. Es un trabajo de tiempo completo, no de fin de semana como los sobrinos. Comúnmente se las arreglan (los hijos) para enfermarse justo cuando queríamos dormir, salir a pasear, o el domingo a las tres de la mañana previo a un gran y pesado lunes de trabajo. En última instancia el sobrino, cuando se puso áspera la visita, se le devuelve a los padres y a otra cosa mariposa, pero si el guachin es propio, tooodos los aprietos debe saltarlos uno, las decisiones caen en uno, desde qué darle de comer, qué colegio se puede o quiere mandarlo, cómo enseñarle a ir al baño, hasta explicarles  cómo nacen los bebes o usos y costumbres de las drogas.
Cuando crecen van perdiendo en esencia lo que atrajo la idea inicial de ser padres, se va diluyendo en el tiempo por todos los motivos que antes mencioné. Digo, nadie quita que los bebés son adorables, (ya que estamos evalúen como está de importante eso de dormir para ustedes, y si aguantan el olor y la consistencia de diferentes fluidos sobre su persona, no es joda) bueno, hasta el año son divinos, más o menos como para los tres todavía son simpáticos y amorosos (también depende de que justo a ustedes no les haya tocado una adorable criatura de esas berrincheras y con carácter de mierda) Tipo seis añitos, sus salidas son realmente brillantes, y si han sabido llegar a una buena relación con el casi ser humanito, tendrán un compañero re-divino, y si no es el caso...bueno, en ese caso prepárense para lo que les espera en la adolescencia... etapa después de la cual, si supieron sortearla sin penas y con algunas glorias, habrán sobrevivido la mitad del camino, pero hey! hoy la adolescencia se estira hasta los 35 asique vean si les cierra el numerito...
Todo lo anterior está referido sólo al pensamiento hipotético de tener uno solo, imagínense el detrimento económico y su estado mental entonces, como para pensar en otro u otros más. Me causa gracia siempre ese comentario, que nunca falta, de la vecina, tía, amigo o compañero de trabajo cuando pregunta: "¿yyy no querés darle un hermanito? perooo, uno soliiito?" a verrrrr señooooora, para coleccionar prefiero las cajitas y las estampitas vio? esa cosa de hablar de traer críos al mundo como si fuera soplar y hacer botella...
Todo esto que digo es solo un pensamiento al aire, claro está. No digo que no existan aquellas personas que realmente desean y quieren un hijo para llenarlo de amor, porque les sale de las vísceras la necesidad, porque tienen ese instinto innato, que pueden ser excelentísimos padres, que están dispuestos a todo y más con tal de hacer felices a los guachines y no tanto. Que son capaces de pensar en qué es lo que necesitan sus hijos y no al revés. Son esos Padres que ESTAN RELMENTE AHÍ TODA LA VIDA PARA UN HIJO, sin importar qué pase ni qué reciban a cambio.
Pensaba eso porque se me hace que son más los que, largada la decisión al aire,  se aventuran en la linda tareíta de ser padres hoy, sin evaluar todas los pro y contra de la cuestión. Y se me dio por compartir esta opinión no sé porqué, tal vez porque yo misma no hice el ejercicio y después me vi en el medio del rio y había que cruzarlo nomás.
Tengo mucho más para opinar, pero por ahora los voy dejando, ya se me hace hora de buscar al crio en el colegio, y tengo que  ver qué hago para la cena, planear algo divertido para compartir con él toda la tarde y prepararme para un round de cariño... Porque eso sí: tendrá todas las desventajas que ya les mencioné, pero no hay nada, NADA, mas importante para mí, que estar justo ahí para cuando Fausto me pide: MA me das un abrazo?