Camino de un lado a otro, encerrada entre las paredes de lata, el calor se desprende de la tarima de madera que cruje a cada paso que doy. Se me ocurre entonces una imagen vívida del animal encerrado, un león esperando su presa...
Pero hoy la presa soy yo, hoy preparo mi cuello para el cadalso, hoy soy la víctima del crimen...Y mi cuerpo lo sabe, lo recuerda, se inquieta, me incita a hacerlo correr aunque ahora no sea posible.
Me siento a esperar entonces: con la paciencia del victimario, con la urgencia de la víctima, con el morbo del espectador
http://www.youtube.com/watch?v=Rli7Lox113g&ob=av2e
qué hermoso como escribe, lastima que el encierro dé tanto caracter explosivo, sera que uno se topa con la fiera asi desligada de culpa. un beso
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